La vaginosis bacteriana ocurre cuando las bacterias nocivas en tu vagina detonan y empiezan a multiplicarse con rapidez hasta que superan en número a las bacterias beneficiosas y comienzan a destruirlas.
Esto tiende a alterar el equilibrio del pH creando así las condiciones que garantizan a las bacterias dañinas para que puedan prosperar.
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Algunos síntomas muy desagradables se manifestarán como una secreción grisácea maloliente, dolor de la piel y enrojecimiento y picazón alrededor de la vagina y la vulva. Aunque los síntomas pueden causar angustia y malestar, la condición en sí no es muy peligrosa.
El problema es, que destruye las bacterias que protegen tus órganos reproductivos y vagina y, como resultado, tienes una muy alta probabilidad de contraer una infección grave o una enfermedad que pueda causar daños irreparables. La mayoría de las mujeres nunca consideraron los problemas asociados con la vaginosis bacteriana y cómo pueden las dietas evitar que suceda.
Muchas mujeres nunca desarrollan estos síntomas ya que a menudo nunca supieron que tenian vaginosis bacteriana. Otro rasgo distintivo de la condición es que puede eliminarse y desaparecer sin tratamiento. Este no es siempre el caso, sin embargo, si se te diagnostica, es aconsejable tratarla y evitar complicaciones más adelante.
La prevención es la mejor manera de curar esta condición y si bien nadie puede garantizarte que la vaginosis bacteriana nunca te afectará, una dieta equilibrada sana puede evitar que esto suceda y te mantendrá libre de los síntomas que la acompañan.
En primer lugar trata de librarte de cualquier alimento que podría conducir a un debilitamiento de tu sistema inmunológico, como el alcohol, azúcares, grasas y chocolate. Lo mejor es reemplazarlos con aceite de semilla de lino, frutas y hortalizas frescas, pescado y granos. También puedes tratar de incluir un par de antioxidantes como las bayas gouji, uvas rojas, moras, el brócoli y las zanahorias.
Incorpora el ajo en las recetas. El ajo es un maravilloso protector y sanador. Puede ser utilizado como un antibiótico, antibacteriano y tratamiento antifúngico y también estimula el sistema inmunológico y purifica la sangre.
Los suplementos tales como zinc también aumentan la inmunidad y ayudarán a reparar el tejido dañado. Consumir bajas dosis de vitaminas A, B y E ya que éstos también ayudarán a proteger tu cuerpo contra la infección.
Hacer estos pequeños ajustes a tu dieta vale la pena. Y mientras muchos traten de disuadirte porque no entienden la vaginosis bacteriana y cómo tu dieta puede ayudar a prevenir esta condición, debes tomar este enfoque natural para protegerte a ti misma, así como para hacerte sentir mejor y verte mejor.
